Como en cualquier proceso que se inicie empezaron a aparecer problemas... esos que te hacen pensar para buscar solución y que estimulan tanto las neuronas, esos con los que tanto aprendemos.
Dejar evidencias de nuestro proyecto iba a ser difícil porque las fotografías, redes sociales, derecho a la intimidad de las personas y la propia enfermedad se conjugan muy mal. Teníamos que conformarnos con guardar en nuestra memoria "las huellas" que el trato con esas PERSONAS ESTUPENDAS nos dejaran. Nos dio pena porque las estampas eran enternecedoras y un ejemplo para muchos, pero no lo consideramos un handicap.
Los problemas de movilidad de algunos usuarios limitarían las actividades en el exterior e incluso la visita al centro, pero el alumnado se ofreció a ser su báculo y su sombra allá donde fuese necesario y los diferentes departamentos programaron actividades accesibles para la mayoría.
Las visitas precisaban de tiempo mayor que había que sacar del horario del instituto, pero los profesores de diferentes asignaturas estuvieron encantados de poder participar y de ceder parte de sus horas.
Algunos de nuestros alumnos solían no aparecer en actividades complementarias o extraescolares, ¿pasaría en el proyecto lo mismo? ...PUES NO, NUNCA. Los alumnos estaban entusiasmados en volver a ver a sus "amigos del Club de la Memoria" y nunca faltaron a la cita.
El problema más inesperado de todos se llama COVID19 y es el que nos trunca el proyecto tal y como lo habíamos pensado. Aún así, alguna cosa se puede hacer. En el relato de las actividades lo veremos.
El problema más inesperado de todos se llama COVID19 y es el que nos trunca el proyecto tal y como lo habíamos pensado. Aún así, alguna cosa se puede hacer. En el relato de las actividades lo veremos.
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